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Estas leyes espirituales provienen de la cultura hindú y nos enseñan básicamente que, no existen las casualidades en la vida, sino las causalidades. En otras palabras, todo lo que a nosotros llega es por una razón y entenderlo nos ayudará a recapacitar acerca del sentido que tiene la vida y también a tener la mente más clara.

En algún instante todos caemos en un momento crucial difícil de resolver, conocida comúnmente como problemas existenciales, que nos conducen a cuestionar porqué ocurren las cosas. Estas leyes nos servirán para escapar de esas complejas zonas para disfrutar de la tranquilidad mental.

¡Hablemos un poco acerca de cada una de estas leyes!

Primera Ley de Espiritualidad. Las personas que llegan a tu vida son las personas indicadas

Cuando alguien llega a tu vida, no lo hace por casualidad, todos los individuos que te rodean y se relacionan contigo, están allí a tu alrededor por una razón, para hacerte avanzar y aprender en cada circunstancia específica. Incluyendo a aquellas personas que te causan daño, o con aquellas que no conectas, están allí por una causa.

Tu evolución espiritual dependerá de la manera en la que afrontas tus relaciones con las personas de tu entorno. Algunos serán para ti, luces en el camino que trazas en tu existencia y otros posiblemente te señalen áreas oscuras por las que no debes transitar. En cierto modo, todas esas personas te aportan algo.

Debes ir aprendiendo de cada relación, ya que siempre estarás sumando aprendizajes que van conformando tu destino. Y cada individuo con el que intercambias tu energía te va dejando una enseñanza. Aprende de ellos. No dejes nunca de aprender.

Cada circunstancia deja una enseñanza que tomará tiempo aceptar. Con el tiempo sabrás los obstáculos que encuentras en tu vida, porque todas suman algún aprendizaje y llegan por algún motivo.

Debes saber que cada persona que transita por tu vida es excepcional. Siempre dejará algo de sí, pero también se llevará un poco de ti. Existen las personas que se llevan mucho de ti, pero, no existirán las que no te deje nada. Esta es la prueba de que dos almas no se consiguen por casualidad.

Leyes de la Espiritualidad

Segunda Ley de Espiritualidad. Lo que ocurre es la único que podía haber ocurrido.

Nada de lo que ocurre en tu vida pudo haber acontecido de otra forma. Ni siquiera los detalles más insignificantes podrían haber fluido de otra forma. Lo que sucedió solo pudo ocurrir de esa manera, y debió haber sido de esa forma para que aprendieras la lección y siguieras adelante en tu camino vital y espiritual.

Todas las circunstancias que ocurren en tu vida son perfectas para tu crecimiento interno, aunque tu poderoso ego y tu mente opongan resistencias y no lo acepten.

Debes apartar de tu cabeza pensamientos como: “Si hubiese hecho tal cosa”, la acción que ejecutaste era la que precisabas, no te regodees en errores pasados, en lo que pudo haber sido y no fue. Debes dejar de hacerte la víctima.  También debes apartar de tu mente la pregunta ¿por qué?, y más bien implanta un ¿para qué? La orientación es distinta completamente, enfócate en que tu vida se lo tiene merecido. Agradece simplemente a la vida esa enseñanza, al Universo o a Dios, a quién tú quieras.

Si las cosas no salen como lo planeas o como lo visualizas, simplemente debes agradecer, ya que será un necesario aprendizaje y en ese momento debes preguntarte ¿Qué quería la vida que tú aprendieras?, de dicha situación, en vez de preguntarte ¿por qué?

Así sabrás que todo lo que se encuentra debajo del cielo cuenta con su lugar y su momento y que lo ocurrido fue perfecto. ¡No existen más otras opciones!

Tercera de Ley de Espiritualidad. Cuando algo comience es el momento perfecto

Las circunstancias, acciones, hechos que desarrollas, comienzan en el justo momento, ni anteriormente, ni posteriormente. Cuando estés preparado para que empiecen nuevas cosas para tu vida, en ese justo instante cuándo va a comenzar. Debes dejar de pensar en lo que pudiste haber hecho y no hiciste. En ese entonces era lo indicado, suceda lo que suceda.

Si consigues mantener una buena actitud y la humildad de saber que todo sucede en el momento que debe ser y no cuando tú quieras que suceda, darás un paso gigante en tu camino. Mientras sucede, debes disfrutar lo que tienes, disfruta del presente. Acéptalo.

Es fundamental que aquietes tu mente de cualquier ruido externo para la aceptación, para ellos es recomendable el uso de la meditación, evitará que tu mente viaje de manera constante desde el presente hasta el pasado y también al futuro. Así podrás disfrutar de lo que acontece en el momento.

Leyes de la Espiritualidad

Cuarta Ley de Espiritualidad. Cuando las cosas terminan, terminan.      

Si termina algo en tu vida, es para permitir que tu evolución se impulse, por esa razón es mejor que no mires atrás, debes avanzar y seguir adelante con esa experiencia en tu mochila vital. En muchas ocasiones pretendemos alargar las cosas, estancando de esta manera nuestra vida.

La mejor manera de enriquecerse y no sufrir es, seguir adelante. Debes dejar que vuele lejos de ti todo lo que ya terminó. Si no lo haces, volverá a tu vida.

Si eres capaz de aplicar estos mandamientos sencillos en tu día a día, serás capaz de llevar tu vida de manera coherente, propicia y alcanzarás la felicidad.

Acabo este artículo añadiendo que no es casualidad que estés leyendo este apartado, ¿no crees? De momento merece que le des una vuelta y si pasas a la acción pues mucho mejor.

Leyes de la Espiritualidad